Ir al contenido

Resistir y construir una propuesta política propia

Por Carla Gaudensi, Secretaria de Género de CGT, Secretaria General de FATPREN y Secretaria Adjunta de SiPreBA

“La mujer, con magnífico impulso, se colocó de pronto en la trayectoria de su mejor derecho: el de influir en los destinos de su Patria.”

Evita

Desde el primer momento Milei atacó a toda la clase trabajadora, pero las mujeres y diversidades fuimos un blanco especial. En su discurso de Davos el 23 de enero de 2025, el presidente dijo que las políticas de género e inclusivas “son un cáncer que hay que extirpar”. Mientras, siguen creciendo los femicidios, los crímenes de odio y la violencia hacia las mujeres y diversidades. Nuestra respuesta fue contundente: en el aniversario de “Ni una Menos” miles salimos a las calles en todo el país transformando la acción en una clara movilización contra las medidas del gobierno nacional. Esa movilización marcó el inicio de una crisis de gobierno que recién en octubre pudo revertir. 

En el contexto de ataques sistemáticos, las mujeres y diversidades no solo resistimos, sino que también consolidamos avances significativos en todos los espacios de lucha, incluidos aquellos tradicionalmente dominados por varones, como los sindicatos. La participación activa en cargos de decisión y en la organización de estrategias colectivas demuestra que la resistencia feminista no se limita a las calles: se construye también dentro de las instituciones laborales, desde donde podemos influir en políticas, derechos y representación. Así, mientras la extrema derecha amenaza con retroceder conquistas históricas, el movimiento feminista mantiene su protagonismo, fortaleciendo la unidad del movimiento obrero y sentando bases para transformar la sociedad de fondo.

Pero la resistencia empezó mucho antes y fue general de todo el movimiento obrero. El 27 de diciembre de 2023 fuimos a Tribunales a presentar un amparo con el que se frenó la reforma laboral del DNU 70. El 14 de enero, a sólo un mes de la asunción del gobierno, realizamos el primer paro general con una movilización al Congreso, con la que pudimos frenar la llamada ley ómnibus. Ante la ley bases también hubo un paro general y decenas de movilizaciones. Si bien la ley se aprobó, y allí también hubo una reforma laboral regresiva, pudimos detener algunos avances, como en nuestro caso, exceptuar de las empresas a privatizar a los medios públicos junto con Aerolíneas y el Correo, como consecuencia de una campaña que llevamos adelante en todo el país con todos los sindicatos de la comunicación y de esas actividades. 

En nuestro gremio nos tocó ser uno de los primeros sectores atacados, cuando en la apertura de sesiones del 2024, Milei anunció el cierre de la agencia Télam, que provocó su silenciamiento y apagón informativo. Los trabajadores y trabajadoras acampamos cuatro meses para defender nuestra fuente de trabajo y por la defensa de la agencia pública de noticias y publicidad. Con esa lucha, que fue acompañada por todo el movimiento obrero y muchos sectores de la sociedad, logramos sostener los puestos de trabajo, el convenio colectivo, pero no el rol social de la agencia, con su servicio informativo. 

Además de las luchas generales, todos los días desde los sindicatos hay conflictos parciales o locales por salario, por puestos de trabajo que se pierden y por derechos. Es decir, el movimiento obrero está en la calle y está peleando. 

Avances del movimiento feminista

Durante el gobierno de Macri, las trabajadoras organizadas sindicalmente realizamos un proceso de unidad, hicimos el primer paro el 8 de marzo de 2017 para demostrar que cuando nosotras paramos en nuestros puestos de trabajo (incluidas nuestras propias casas donde nos ocupamos de las tareas de cuidado), se para el mundo. Así comenzamos un camino de construcción para generar una agenda común de las mujeres desde los feminismos populares. Ese ejemplo volvió estar presente en las calles este año.

El 38 Encuentro Plurinacional que realizamos en Corrientes fue una nueva demostración de eso. Por primera vez, me tocó estar no sólo como secretaria general de FATPREN y dirigenta de SIPREBA sino también como Secretaria de Género de la CGT. Si bien tuvimos poco tiempo entre la asunción del nuevo Consejo Directivo y el Encuentro, lo que nos impidió planificar de conjunto una intervención, hubo muchas columnas de gremios de la CGT con quienes compartimos la movilización, la Asamblea del bloque de mujeres junto a las CTA y la UTEP, y actividades como el taller “¿La batalla cultural es una guerra?”, que compartimos con compañeras de SATSAID, SADOP, APL, la Juventud Sindical y La Bancaria, entre otras. También participamos de la asamblea del MDF. Es decir, en la resistencia al gobierno de Milei, las mujeres tenemos un lugar fundamental.

Hacia una salida política

Pero sabemos que no hay salida gremial sin solución política. Por eso la resistencia es necesaria pero no alcanza. En esa solución política, el rol de los trabajadores y trabajadoras organizadas debe ser central. La CGT debe jugar un papel fundamental y debe ser escuchada, ya que en cada actividad laboral hay experiencias como la nuestra. Necesitamos un proyecto de país con el foco puesto en las grandes mayorías, en la producción, en generar empleo de calidad, en la redistribución del ingreso y, ante la entrega de Milei de la patria a la voluntad de los EEUU y los organismos internacionales, la defensa de la soberanía como un eje central.

En el caso de la actividad de prensa, nos proponemos ser la semilla de la reconstrucción de los medios públicos y en particular de la agencia Télam, porque nuestro país necesita una agencia pública de noticias. Por eso los trabajadores y trabajadoras tenemos propuestas para volver a ponerla en funcionamiento, con el sentido que fue creada por Perón hace más de 80 años, de garantizar la soberanía informativa. Se tendrán que hacer las transformaciones necesarias para afrontar los desafíos de este momento histórico, donde la inteligencia artificial y las plataformas irrumpieron de lleno. La concentración mediática, el rol de las plataformas de medios en la sociedad, que sin regulación destruye lazos y opera en la disputa de sentido, reproduciendo el odio y la violencia, son problemáticas sociales que hacen a construir una sociedad distinta. 

El ejemplo de Axel en la provincia más grande del país, es la antítesis de lo que vivimos con Milei y por lo tanto debe ser la esperanza de que es posible un proyecto político propio. Tenemos que federalizar para que sea un proyecto nacional, encontrándonos con sectores del peronismo, del campo nacional y popular y de expresiones políticas locales que existen en diferentes provincias y que todos los días enfrentan al gobierno de Milei. 

Para nuestro gremio, fue muy emocionante, después de la lucha que llevamos adelante en Télam, compartir escenario con Axel en el cierre del Congreso Federal de Cultura y Comunicación en La Plata, convocado por las secretarías de cultura de las tres centrales sindicales y por la Multisectorial Audiovisual. Allí escuchamos su compromiso de recuperar la agencia, entre otros puntos importantes del programa que planteó para nuestro sector. Durante el conflicto, el gobernador pasó por el acampe y firmó su apoyo al proyecto del SiPreBA. 

Un espacio abierto a mujeres y disidencias

Nuestra experiencia nos ha enseñado que la lucha se construye y se amplifica ampliando voces. Por eso podemos decir que la Secretaría de Género de la CGT – que acabamos de asumir desde nuestro gremio y a la que llegamos a partir del trabajo de la Mesa de Mujeres organizadas en un ámbito creado a partir de las co-secretarías del Consejo Directivo – será un espacio abierto a todas las mujeres y disidencias trabajadoras de cada sindicato, de cada regional, para dar los debates en todo el país y construir ejes fundamentales. 

La pérdida del empleo formal recae mayoritariamente sobre las mujeres. Por eso es importante construir dispositivos de prevención de ese escenario, ámbitos de contención y de lucha. Es imperioso lograr que el Estado, las empresas y los sindicatos mancomunen sus esfuerzos en revertir esa desigualdad de base.

En el mismo sentido, identificando que el endeudamiento de las familias recae principalmente en aquellas que son jefas de hogar, hace falta políticas para que el sistema financiero atienda esa asimetría. 

El reconocimiento salarial de las tareas de cuidado, va en esa dirección: las mujeres y diversidades somos las que nos ocupamos mayoritariamente de las tareas domésticas en nuestras casas y también en ámbitos comunitarios. Esa es una de las razones de la brecha salarial. Por eso es necesario que enfoquemos el reclamo por derechos laborales con perspectiva de género, que erradiquemos la violencia tanto en el mundo del trabajo formal como en la economía popular y que promovamos el acceso a puestos de decisión tanto en los sindicatos como en los lugares de trabajo. Todo ello implica que contemos con espacios de cuidado colectivos, licencias especiales que contemplen situaciones particulares de género y formación para trabajadores y trabajadoras para que la equidad sea la realidad efectiva. 

Frente a los ataques del gobierno y el avance reaccionario, las mujeres y diversidades no solo resistimos: conquistamos espacios, disputamos poder y fortalecemos al movimiento obrero desde adentro.

La salida no será solo gremial: necesitamos un proyecto político propio, federal y soberano, con las trabajadoras y los trabajadores como protagonistas de la reconstrucción del país.